La treintañera más popular, tierna y divertida del cómic, en su estado más genuino y deshinibido.
Por muchas máscaras y disfraces que usemos, la verdad de cada uno siempre acaba asomando la patita por debajo de la puerta. Porque al final, por mucho que intentemos esconderlos, todos los calzones se secan al sol.
Con una viñeta, Agustina Guerrero es capaz de plasmar la fragilidad y la chispa de un alma inconstante y sensible, la desesperación por un café que sentimos al despertarnos un lunes por la mañana, la inexplicable metamorfosis que sufrimos al conocer a nuestros futuros suegros o cómo enamorarnos puede convertir nuestra cabeza en una alocada pelota de golf que sale propulsada al espacio exterior.
A calzón quitado es un auténtico regalo para todos aquellos que buscamos un cómplice y testigo que nos acompañe en las alegrías y catástrofes cotidianas. Así que mira al pajarito y sonríe a la cámara: ¡el pincel de La Volátil nos está retratando a todos sin calzones ni tapujos!
En los blogs...
«Con una viñeta, Agustina Guerrero es capaz de plasmar la fragilidad y la chispa de un alma inconstante y sensible. [...] A calzón quitado es un auténtico regalo para todos aquellos que buscamos un cómplice y testigo que nos acompañe en las alegrías y catástrofes cotidianas.»
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