Cualquiera puede jugar a fútbol callejero. Sus ingredientes básicos son muy fáciles de conseguir: un campo que no necesariamente debe tener la forma reglamentaria, un balón y algo para delimitar las porterías. Se mezcla bien todo esto con las ganas de chutar, de correr y de hacer piña, y ya está lista la receta de la diversión, ¡porque ganar juntos siempre mola más!
Esto lo sabe muy bien Matteo, que hace poco que se ha mudado a otra ciudad y enseguida empieza a trabar nuevas amistades dando patadas a un balón. Su sueño es jugar el mundial de fútbol callejero y, con sus nuevos compañeros, lo dará todo para superar al resto de aguerridos equipos. ¿Conseguirá conquistar el anhelado trofeo?
*Fútbol callejero: tal vez el deporte de equipo más "espontáneo" del mundo, donde chicas y chicos, de toda clase, saltan al campo sin discriminaciones de ningún tipo.