Dasha Kiper explora la compleja relación entre las personas con demencia y sus cuidadores.
Tras estudiar un máster en Psicología Clínica, Dasha Kiper trabajó como cuidadora de un superviviente del Holocausto enfermo de alzhéimer. A partir de esa experiencia y de su posterior trabajo con cuidadores de enfermos con demencia, Kiper nos propone una nueva manera de ver y de entender la relación que se establece entre este tipo de pacientes y quienes velan por ellos.
En las conmovedoras historias que recoge en el libro, Kiper explora los dilemas que muchas veces plantean estos enfermos a sus cuidadores: la tardía y repentina devoción católica de un hombre irrita a su esposa; las amistades imaginarias de una mujer abren una brecha entre ella y su marido; un hombre cree que su pareja es una impostora; o el trauma infantil de una madre aflora para atormentar a su hijo...
Combinando neurociencia y literatura, psicología y filosofía, con las enseñanzas de una serie de casos, Kiper ilumina los particulares mecanismos mentales de estos pacientes y las dificultades a las que se enfrentan las personas que los atienden, ofreciéndoles consuelo y comprensión y derribando el mito del cuidador perfecto.
«Este libro, rico en experiencia y sabiduría, es un tesoro. Le auguro una larga vida.» Vivian Gornick
«Kiper escribe con una claridad que recuerda a la de Oliver Sacks.» James McConnachie (New Scientist)
«Una obra con un nivel excepcional de compasión, profundamente imaginativa e inmensamente valiosa.» Alex Clark (The Guardian)
«Un libro tan humano y profundo que todo el mundo debería leerlo. (…) Inspirándose en su propia experiencia, Kiper combina la psicología clínica y el nervio literario en una acertada exploración de la psicología de la prestación de cuidados.» Bee Wilson (Financial Times)
«Estas páginas destilan lo vivido / sufrido en tantos hogares.» Mey Zamora (Cultura/s - La Vanguardia)
«La psicóloga clínica Dasha Kiper ha escrito un libro impresionante sobre la demencia y los cuidadores. Los dilemas («Si la persona a la que quiero y cuido ya no es ella, ¿a quién estoy cuidando?»), la extrañeza de entrar en otro planeta («No es sencillo convivir con una persona que menosprecia de manera flagrante las reglas del tiempo, el orden y la continuidad») y el único modo de no volverse loco: la vigilancia con desapego compasivo.» Marta D. Riezu (Elle)