UNA PASIÓN QUE SE EXPANDE HASTA DOMINARLO TODO
«Una narradora fina y acerada».
Financial Times
No hay delirio más voraz que el deseo. Se alimenta de lo que encuentra, de lo que sabe y no sabe, crece mejor en las sombras, en los santuarios prohibidos, en las distancias insalvables.
S es una escritora que vive en Londres. Ha perdido a un hijo y con él todo lo que la ataba a la vida, incluido su matrimonio. F es abogado y lleva junto a su mujer una vida tranquila en Santiago de Chile. S y F se conocen en Londres y a partir de entonces comienzan a reunirse clandestinamente en remotas ciudades, al tiempo que mantienen una obsesiva comunicación a distancia. Junto a F, ella recobra el impulso erótico y las ganas de sentir, de amar, de asomarse al mundo. Sin embargo, los kilómetros que los separan y el desconocimiento que cada uno tiene de la verdadera vida del otro llevarán a S a enfrentarse a unas circunstancias que ni en sus sueños ni en sus pesadillas hubiese podido imaginar.
Mostrando la sexualidad de los amantes de manera explícita y audaz, Carla Guelfenbein recorre en esta novela las zonas del cuerpo y la mente donde los deseos nacen y se expanden hasta dominarlo todo. Una novela que revela sin tapujos el poder cegador de las ilusiones y de las historias que nos contamos para seguir viviendo.
La crítica ha dicho:
«Carla Guelfenbein ha escrito una historia de deseo. Y el deseo radica tanto en la piel como en la mente, dos geografías que la autora allana sin contemplaciones. No es fácil describir encuentros sexuales sin caer en lo zafio ni en lo cursi; es, sin duda, uno de los terrenos más resbaladizos para cualquier escritor, y [en este libro] Carla pisa firme sobre el mismo. Así que su obra seducirá a muchos lectores por esas descripciones explícitas que contiene, pero estos encontrarán mucho más en su lectura».
María Paredes, The Objective
«Una novela sobre el no-amor y la pasión desenfrenada: [...] una escritora que se niega a sí misma sentir nada y que evita cualquier cosa que la haga feliz, ya que sería traicionar su dolor».
Esther Ferrero, Efecto Doppler (Radio 3)
«Me la leí en dos sentadas, porque produce muchísimo suspenso, hay un misterio enorme en esta relación llena de deseo pero también llena de exabruptos y de vacíos, cosas que no se hablan, lugares a los cuales las dos personas llegan físicamente, pero sin llegar a un lugar de entendimiento mutuo. A medida que se va intensificando, el juego pasa a ser una guerra de dominación y de posesión, y en ese camino el lenguaje de la novela se va volviendo muy particular, muy estremecedor y también muy iluminador de estos dos personajes, de la naturaleza del deseo».
Pablo Simonetti
Sobre LA ESTACIÓN DE LAS MUJERES:
«Bella, de una dolorosa perfección, La estación de las mujeres no solo marca un hito en la trayectoria de Carla Guelfenbein, sino que representa un triunfo de la muchedumbre siempre creciente de sus lectores que encontrarán, en el misterio de estas mujeres, trazas de unas vidas que podrían haber sido las suyas».
Raúl Zurita
«Guelfenbein se imagina un puñado de vidas ancladas en un determinado momento histórico, cuando la confusión no era más que una señal de la honestidad de su búsqueda».
Anna Caballé, El País