Lejos de ser una herramienta que permita la libertad de expresión, internet se ha convertido,
en opinión de Julian Assange, en «una amenaza para la civilización humana», debido a que
los Estados se han convertido en el mayor aparato de espionaje y vigilancia de los ciudadanos
que haya existido jamás.
A su juicio, si en internet se pudiera compartir y transmitir libremente la información, la red
podría constituir el mejor impulso para el progreso. No obstante, ocurre justo lo contrario:
los poderes fácticos, que quieren que nada cambie, obstaculizan la difusión por este medio
y procuran que nada de lo que se transmita quede fuera de su alcance y de su control. Con
ello, consiguen eliminar cualquier amenaza al statu quo.
Para Assange y sus colaboradores, sólo existe una herramienta para salvaguardar la libertad
en internet: el conocimiento detallado de cómo está organizado el sistema de control
estatal y el desarrollo de la criptografía para hacerle frente.
En este libro, se describen las amenazas a las que la sociedad está expuesta debido al control
que los gobiernos hacen de internet, denuncian las acotaciones más fl agrantes de injerencia
y censura, y proponen los mecanismos para que, gracias a la red, nuestro mundo sea
mejor o, al menos, más justo.