Una portentosa novela con tintes de thriller psicológico, de la mano de uno de los autores más sólidos del thriller español actual.
En otro tiempo, Eduardo Quintana fue un virtuoso pintor cuyas obras auguraban una fulgurante carrera artística. Pero un accidente de tráfico se cobró la vida de su mujer y su hija. De ese suceso funesto han pasado ya catorce años pero Eduardo no ha conseguido rehacer su vida y sobrevive alcoholizado gracias a los escasos ingresos que le proporcionan los encargos que su agente le consigue.
Hasta que conoce a Gloria Tagger, una famosa violoncelista que le encarga un cuadro insólito: quiere que pinte al responsable de la muerte de su hijo. También ella perdió un hijo y ahora Eduardo deberá poner todo su empeño en retratar al empresario que lo atropelló, sumergiéndose en una arrolladora espiral de la que será imposible salir indemne.