La de Olvido García Valdés es una obra de singular cohesión interna y de gran libertad tonal y formal. Como si cada libro —Del ojo al hueso (2001), Y todos estábamos vivos (2006), Lo solo del animal (2012)— fuese explorando las vías de libertad abiertas por el anterior. Elaborado entre 2012 y 2019, confía en la gracia se une ahora a esa lenta sucesión. Si la poesía, los poemas, han sido el trabajo en que se ha condensado la vida, como ha dicho la autora, en este volumen esa labor alcanza una rara intensidad. Voces hablan y el poema escucha. La percepción de que somos accidente, no sustancia, cierta zozobra y un oído muy fino se conjuran al fondo de la escritura. Singularidad (conocimiento, emoción) e impersonalidad parecen ir tejiéndola. O lo que es lo mismo, un sentimiento auténtico en la experiencia y la vibración de lo colectivo se aúnan en este libro extraordinario.