«Hay quien tiene novia de toda la vida y yo tengo exnovia de toda la vida.»
Así están las cosas entre Fran y Alicia. Después de años de salir y romper y vuelta empezar, parece que al fin la separación es definitiva. Aún queda la esperanza de que puedan ser amigos, al menos eso desea el resto de la pandilla, que no soporta una bronca más entre los dos y teme que el grupo acabe fracturándose; pero, de momento, nadie ha conseguido que esos dos se lleven bien.
Es curioso que la anciana Misteilor, asentada en Santa Manuela tiempo atrás, tuviese sus propios planes para ellos: justo antes de morir, ha dejado una carta para Alicia en la que se le encarga una misión. Llevarla a cabo implicará resolver un juego de pistas que sacará a la luz secretos del pueblo que sus habitantes desconocen, pasar un tiempo en Londres en casa de Fran y, lo más complicado de todo: enfrentarse de una vez por todas a los sentimientos que sienten el uno por el otro.