La Rioja, 1853. Víctor Arriola, criado en la mejor sociedad de Bilbao, nunca imaginó lo que cambiaría su vida con el traslado de la familia a Haro para trabajar en el naciente negocio de la industria vinícola.
Allí descubrió a un padre ambicioso, infiel y sin escrúpulos, que le despreciaba. Pero también el amor de la dulce Mariola, hija de los bodegueros a quien su padre pretendía destruir.
La sangre de la tierra es la historia de dos familias, dos bodegas, dos rivales, que persiguen, a costa de lo que sea, un mismo sueño: elaborar el mejor vino. Es además el retrato de una época única que vio cómo una pequeña región se transformaba en uno de los mejores centros vinícolas del mundo.