Una novela intimista, construida con maestría, que explora diversos tiempos y lugares (España, la Guerra Civil, el París de los años veinte, Nueva York...) y plantea una historia de amor descarnado, imposible por la propia naturaleza humana, por la inseguridad, por el miedo..., por la incapacidad de reconocer que tal vez el error fue no amar.
«La tarde de otoño estaba fresca. La humedad de la lluvia aún pendía del aire. Las hojas caídas se arremolinaban en las aceras del bulevar de su vieja ciudad. Martín y Blanca Luz empezaron a caminar, el uno al lado del otro, como aquella otra tarde en que volvieron juntos a casa por primera vez, no demasiado deprisa, disfrutando del paseo y de la atmósfera que se esponjaba a su alrededor.»
Blanca Luz Miranda es una empresaria de éxito. Su objetivo: amasar una gran fortuna para comprar arte. La adquisición, en una subasta de Nueva York, de uno de los cuadros más inquietantes del pintor Martín Pendragón cumplirá el sueño de esta anciana de ojos enigmáticos. En esa misma sala una periodista observa la escena con interés, está convencida de que tras ese pago millonario se esconde un secreto y hará todo lo posible por descubrirlo. Lo que no sabe es que será Blanca Luz quien decida cómo se escribe su historia.
Una novela llena de matices, veladuras, fricciones, secretos, que nos descubre que toda obra de arte esconde una historia que puede redimirnos.
Reseñas:
«Pequeña obra maestra de corte intimista que se apoya en la España de la guerra civil, el París de los años veinte o el Nueva York de entreguerras. (#) Parece que Marta Quintín escribe sobre las teclas de un clavicémbalo y luego sus textos tienen la potencia de un órgano de catedral.»
Periódico de Aragón
«Una historia que a mí me ha atrapado desde las primeras páginas, gracias sin duda a sus personajes, a que es una historia que nos va narrando paso a paso su evolución, la de unos personajes que son poco más que unos niños, hasta que llegan a la complejidad mental de los adultos.»
Blog El búho entre libros