Castillos cimeros y energía verde, cervecerías y coches de lujo, los Alpes y arte de vanguardia... Un pedazo de Alemania donde se combina el aire fresco de los Alpes, y el senderismo, el ciclismo y el esquí de montaña, con el encanto de Múnich, una ciudad atrevida, sofisticada y segura de sí misma. Y todo ello salpicado de castillos caprichosos, residencias barrocas y ruinas góticas. Si uno se cansa, se puede refugiar en una acogedora taberna y brindar con una jarra de cerveza por este rincón de Europa. Y es que el sur de Alemania combina tradición y modernidad como ningún otro lugar del mundo.