Delhi, Agra y el Estado de Rajastán es la primera impresión
que obtienen de la India la mayoría de quienes la visitan.
La cercanía entre las localidades que se incluyen en esta guía y la variedad de sus propuestas hacen que incluso muchos turoperadores incluyan este 0201C;triángulo0201D; entre sus paquetes de viajes organizados.
Delhi o Nueva Delhi, la capital de la Unión India, es una ciudad caótica, con muchos monumentos para visitar, la gran mayoría edi0FB01;cados por los mogoles, aquellos musulmanes descendientes de los mongoles que conquistaron Asia desde sus estepas del centro del continente. Pero también tiene una parte moderna, cuyo diseño es obra de los ingenieros británicos, la antigua autoridad colonial, repleta de hoteles de lujo y restaurantes de fábula.
Agra es famosa en todo el mundo por albergar el Taj Mahal, ese mausoleo de mármol blanco e impresionante donde reposan los restos de la esposa de un emperador mogol, pero a pocos metros se alza un Fuerte Rojo mucho más atractivo que su homólogo en Delhi.
Y el Rajastán, donde se accede con facilidad desde Delhi o Agra, es un Estado muy diferente, donde se hallan algunas de las ciudades más turísticas de India: Jaipur, Udaipur, Jaisalmer... las antiguas capitales de los bravos caudillos rajputs, una especie de caballeros medie vales de Oriente.