La Costa Daurada debe su nombre a los reflejos dorados que el sol arranca a la arena de sus más de 60 playas. No es extraño, pues, que sea uno de los destinos costeros más bellos del litoral catalán. Tierra de paso y asentamiento de civilizaciones que han dejado su huella en su rico patrimonio, ofrece asimismo una generosa oferta de alojamientos, servicios y actividades para todas las edades y todas las preferencias.