Jerusalén, 1125. El conde Hugo de Champaña abandona a su familia para unirse a una milicia instalada en el solar del antiguo Templo de Salomón. Al parecer, han descubierto una sorprendente «escalera» que desde tiempo inmemorial sirve para «ascender al Cielo».
Francia, en nuestros días. Al hacer un barrido sobre las principales ciudades con catedrales góticas, un satélite geoestacionario revela que ciertas zonas emiten una extraña señal. Investigando el caso, uno de los ingenieros implicados en esta captación de señales encuentra un antiguo secreto templario que relaciona catedrales y estrellas.
Las puertas templarias desarrolla una trama apasionante en la que el lector descubre que las «entradas al Cielo», o tal vez «salidas del Infierno», fueron selladas con catedrales y en la actualidad siguen protegidas.